miércoles, 18 de febrero de 2015

¿Explique el arte primitivo de Corinto, Morazan?

Morazán, una ciudad ubicada en la zona oriental de El Salvador. La cabecera departamental es San Francisco Gotera, cuenta una altitud entre 500 y 1 mil metros sobre el nivel del mar y comprende un territorio de 1.447 km²; contando con una población de 181.285 habitantes, adentrándonos en el departamento encontramos la villa de Corinto; municipio que se encuentra a 48 kilómetros de la ciudad de San Francisco Gotera (Morazán),  y a 200 kms de San Salvador.

El pueblo de Corinto fue fundado en la hacienda La Cueva el año 1882, como parte de la jurisdicción de Cacaopera. En 1890 formó parte del distrito de Osicala y en 1933 obtuvo el título de “villa”. Antiguamente se llamaba  “La Cueva del Diablo” dado que en las pictografías rupestres se encuentran imágenes plasmadas al parecer de dos persona tomadas de la mano y que en su cabeza tienen dos cachos, sin embargo los pocos pobladores y los padres franciscanos que ya visitaban este lugar, entre ellos el presbítero Norberto Cruz, los sacerdotes que lo acompañaban eran el padre Barcala y el padre Remes, decidieron ponerle un  nombre sagrado al lugar y lo bautizaron como “La Cueva del Espíritu Santo”.

El sitio arqueológico se encuentra en el Caserío Llano Grande en el Cantón Corralito en el municipio de Corinto, con una extensión territorial de 25 manzanas de terreno.
La Cueva del Espíritu Santo fue ocupada por pueblos paleo indio durante el periodo paleo indio, es el primer lugar de evidencia humana en El Salvador. Fue ocupado nuevamente por los lencas desde el preclásico medio (aprox. 900 - 400 a. C.) hasta el posclásico (aprox. 900 - 1540 d. C.), convirtiéndose en un sitio importante cultural y religiosamente; formándola parte de sus leyendas y tradiciones como el lugar de donde partieron los antepasados de Balam Colop (el cual es mencionado en el Popol Vuh) el cual es según las leyendas y tradiciones el padre de todos los lencas. Pinturas rupestres e investigaciones.

El estilo de las pinturas de Corinto se parece mucho al del paleolítico sudamericano. Algunas de las figuras son de gran tamaño, y otras no más grandes que la palma de una mano, se encuentran a veces a varios metros de altura. En su gran mayoría son representaciones humanas, algunas de ellas llevan grandes penachos en la cabeza. También se encuentran manos dibujadas casi siempre de adultos, probablemente masculinos. Existen escasas representaciones de animales esencialmente de aves y dos figuras serpentinas. También algunas figuras que podrían representar unas plantas. La mayoría de representaciones son pintadas en rojo. Algunas están pintadas en amarillo o negro, otras están grabadas y unas pocas combinan las dos técnicas: grabado y pintura. Los colorantes utilizados son probablemente de origen mineral: ocres rojos y amarillos, o vegetal: madera carbonizada para el color negro.



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