Posición de la mujer en la sociedad
griega
A
intervención de la mujer en Atenas era prácticamente nula. La posición de estas
era delicada ya que mientras un hombre podía participar en todo: política,
filosofía, comercio… Las mujeres estaban excluidas de cualquier asunto de la
ciudad y su vida era su hogar.
El
papel principal era proveer a la patria de nuevos ciudadanos, es decir, hijos,
mejor varones de buena educación. Y solo participaban en algunas fiestas religiosas.
Pero había una cosa muy importante, la fidelidad.
Las
mujeres debían ser totalmente fieles a su marido, en cambio, él podía intimar
con otra mujer sin atentar contra su situación de esposa y madre. La mujer
doria, tenía más libertad social y jurídica incluso más independencia respecto
al hombre. En Esparta, la situación de la mujer también era diferente, las
mujeres no estaban recluidas en casa, sino que tenían tiempo libre y podían
hacer ejercicio físico para cuidar su cuerpo.
La
mujer en la literatura. Aunque la mujer no ocupó un lugar en la sociedad, si
tuvo un lugar en la mitología poética de la literatura griega. Existía la
misógina y la encontraremos a los largo de toda la literatura griega. El primer
texto misógino fue el mito de Pandora de Hesíodo que atribuye los males del
mundo la mujer. Otro poeta fue Semónides con su “Yambo a las mujeres”.
LA
FAMILIA GRIEGA: La familia era una institución básica en la antigua Atenas.
Estaba formada por el esposo, la esposa y los hijos (una familia nuclear),
aunque también consideraban como parte de la familia a otros parientes
dependientes y a los esclavos, por razón de su unidad económica.
La
función principal de la familia era la de engendrar nuevos ciudadanos. Las
estrictas leyes del siglo y estipulaban que un ciudadano debería ser producto
de un matrimonio, reconocido legalmente, entre dos ciudadanos atenienses, cuyos
padres también fueran ciudadanos. Por ley, la propiedad se dividía al azar
entre los hijos sobrevivientes; como resultado, se buscaba que los matrimonios
se realizaran entre un círculo cerrado de parientes, con el fin de preservar la
propiedad familiar. La familia también ejercía la función de proteger y
enclaustrar a las mujeres.
Las
mujeres eran ciudadanas que podían participar en la mayor parte de los cultos y
festividades religiosos, pero que eran excluidas de otros actos públicos. No
podían tener propiedades, excepto sus artículos personales, y siempre tenían un
guardián varón: si era soltera, su padre o un pariente varón; si estaba casada,
su marido; si era viuda, alguno de sus hijos o un pariente varón.
La
función de la mujer ateniense como esposa, estaba bien definida. Su principal
obligación era mantener a los niños, sobre todo varones, que preservarían el
linaje familiar. La fórmula del matrimonio que los atenienses utilizaban, para
expresarlo de manera sucinta: "Te entrego
esta mujer para la procreación de hijos legítimos" En segundo
lugar, una mujer debería cuidar a su familia y su casa, ya sea que hiciera ella
el trabajo doméstico, o que supervisara a los esclavos, que realmente hacían el
trabajo.
LAS
MUJERES EN GRECIA: En Atenas, las mujeres servían a los hombres de otras
formas. La prostitución (tanto masculina como femenina) floreció en la Atenas
clásica. La mayor parte de las prostitutas eran esclavas en los burdeles
administrados como un negocio o un comercio por ciudadanos atenienses. Así las
prostitutas se maquillaban de manera ligeramente escandalosa con vistosos
coloretes, utilizaban zapatos que elevasen su altura, se teñían el cabello de
rubio y se depilaban, utilizando navajas de afeitar, cremas u otros útiles.
Utilizaban todo tipo de postizos y pelucas. Estas modas serán rápidamente
adaptadas por las mujeres decentes, provocando continuas equivocaciones según
nos cuentan algunos cronistas.
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